Aminata Traoré

Aminata Traoré es cofundadora del Forum Social Africano, fue Ministra de Cultura en Malí y en la actualidad dirige el Centro Amadou Hampate BA para el desarrollo humano y la calidad de vida.

Aminata Traoré nació el 26 de julio de 1947, en Bamako, Mali. Es una de las voces intelectuales africanas que más suenan en la búsqueda de una alternativa africana en oposición a la mundialización liberal y cree en el poder de la extensión de los ejemplos modestos: "micro-resistencia contra macro-dominación". En 1968, a la vez que participaba en el "Mayo" estudiantil de Dakar, se casa con otro estudiante, de Costa de Marfil, del que se divorciaría en 1976. En 1975 comienza a trabajar como investigadora en el Instituto de Etno-Sociología de la Universidad de Abidjan. Se declara "musulmana practicante y una mujer moderna" y la exasperan los clichés occdidentales sobre la mujer africana, a la que habitualmente se la considera forzosamente humillada y dominada. Dice que "hablar de nosotras únicamente bajo el ángulo de la circuncisión, ­ que ella condena,­ es un poco limitado".


Entre 1997 y 2000 fue ministra de Cultura y Turismo.


Vida y horizonte en palabras de Aminata Traoré:
www.ecodes.org/pages/especial/mujeres_ma/Aminata_Traore.asp

1) La vida
Gracias a mi madre tengo la idea de que la vida es una travesía. El nacimiento es el punto de partida y la muerte su fin inevitable. La Tierra es la nave a bordo de la cual nosotros navegamos. No se para jamás, somos nosotros, los pasajeros, los que subimos a bordo y bajamos cuando llega el momento. De ahí la importancia de hacerse cargo de ella y de dejarla en buen estado para las generaciones futuras. La travesía es menos agitada cuando sabemos cuidarnos los unos a los otros y compartir.

2) Su trabajo
En tanto que mujer negra, enfrentada a los desafíos de este comienzo del siglo XXI como el olvido, el racismo y el menosprecio, escribo para existir y evadirme. Haciendo el camino me encuentro con otros pueblos, otras culturas, y me doy cuenta que la lógica de la dominación y del aprovechamiento abre las mismas heridas en todos los lugares. Tejo entonces nuevos vínculos y vuelvo a mi casa, enriquecida y fuerte por el dolor compartido, la esperanza y la fe reencontrada en el Hombre.

3) La comunicación
La comunicación no es necesariamente un humanismo. Todo depende del uso que nosotros hacemos de los medios que están a nuestra disposición. En este momento, África forma parte de las regiones que están conectadas sin que su voz, ni incluso su presencia, cuenten a los ojos de los poderosos de este mundo. El puño de una mano, una mirada, una sonrisa, constituyen a veces una conexión mucho mejor al mundo real, de los hombres y de las mujeres reales allí donde la comunicación no es más que pienso y mercancía.

4) Ciencia
El nivel actual del conocimiento es una oportunidad inestimable para la humanidad. Pero “la ciencia sin conciencia no es más que la ruina del alma”. La guerra de Irak, la situación dramática de los palestinos y el empobrecimiento en marcha de África son razones suficientes para desconfiar de los progresos de la ciencia. Todo tiende a demostrar que ésta acentúa el desequilibrio de las relaciones de fuerza. Sólo la ética en la economía y en la política puede disciplinarla.

5) Horizonte
Tengo fe en el Hombre y en su incomprensible deseo de dignidad y de libertad. Sé que un día llegará en el que las cosas volverán a ocupar el lugar que les corresponde; la política consistirá entonces en colocar a la economía al servicio de los humanos y no a la inversa. La sociedad civil mundial que está en marcha es una de las razones para creer en ello.


Para conocer más:
www.traversees.org/article.php3?id_article=156


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