Si estoy en este planeta es porque tengo algo que hacer y decir

Muchos de los habituales a Pirineos Sur comentan que les es muy gratificante acercarse a los conciertos de Sallent de Gállego, ya que con toda seguridad podrán conocer alguna propuesta muy interesante y que con el paso del tiempo serán muy reconocibles entre nosotros.

La jornada del lunes estaba dedicada al hip-hop latino a cargo de Actitud María Marta, trío femenino argentino no sólo reconocible por el papel que ocupan en la música independiente de su país, sino también por un irrebatible compromiso social y político desconocido por estas latitudes al que no suelen aproximarse la mayoría de los artistas nacionales de este género musical.

Fito Páez las invitó a participar en alguna de sus giras y siempre están comprometidas con todos los movimientos en defensa de los derechos humanos, participando en todos los foros sociales mundiales que se han celebrado en el continente americano. Nada de extrañar, ya que la más agitadora de ellas, Malena D’Alessio, es hija de un desaparecido político por la dictadura militar que asoló su país en la década de los setenta. Junto a ella, la otra fundadora del grupo, Karem Pastrana, compañera sentimental de uno de los integrantes de la banda de rock más emblemática de Argentina, Fabulosos Cadillac. Se acompañan de la boricua (de Puerto Rico) Carmen Rodríguez, un torrente de voz que se aproxima a las melodías de la música culta complementando de manera eficaz toda la parte vocal, y de la bandoneonista Floren y el Dj. Terro.

En Sallent realizaron su único concierto en España que se inició con “Sonrisa macabra”, un tema que tenía como protagonista a George W. Bush, y su política, que dejaba a las claras por donde iba a transcurrir la actuación. Un coctel diverso, del rap al reggae, del tango a la música tradicional, pasando por el ragga, el rhtythm’n’blues, las músicas del altiplano y la payada, incluso se disculparon por hacer un reggaetón.

Letras comprometidas, discursos movilizadores, llamadas contra la pasividad, invitación a la participación que hicieron bailar y cantar a los espectadores que abarrotaban el escenario urbano del festival. Algunos de ellos tuvieron la oportunidad de subir al escenario para rapear, bailar o tocar la armónica, sin importa edad, sexo y raza. Entre tema y tema un alegato contra la discriminación que sufren latinos y africanos en Europa, con especial referencia a la situación política de Italia, país de donde procedían. “Si estamos en este Planeta es porque tenemos algo que decir y hacer”, entonan y no les duelen prendas vitorearlo a la menor ocasión, usando el micrófono como arma de intervención.

Quince temas jaleados que finalizaron con un par de bises y la venta y firma de un buen número de discos, desgraciadamente sin distribución entre nosotros. Los comentarios eran casi unánimes. Muchos que al comenzar la actuación comentaban su lejanía con el rap acabaron disfrutando de un grupo sin parangón que evidencia que el hip-hop es mucho más que una moda, es un compromiso donde la música tiene un papel esencial, pero no el único. Actitud María Marta es una muestra de ello, como lo son muchos grupos africanos y latinoamericanos que navegan por aguas no convencionales, contribuyendo con ello a transformar sus complejas realidades.

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