Informe Mundial 2010: Los abusadores atacan a los mensajeros de derechos humanos (y II)


En muchos países, Human Rights Watch documentó las violaciones de los derechos humanos sufridas por mujeres y niñas, incluidas las relacionadas con el embarazo, el parto, y el papel de las mujeres como cuidadoras y proveedoras. Por ejemplo, la mortalidad materna evitable y la discapacidad como consecuencia de las políticas y leyes negligentes matan y mutilan a más mujeres al año que el impacto los conflictos armados, señaló Human Rights Watch.

En Irán, Human Rights Watch investigó la continua represión gubernamental de activistas pacíficos después de la disputada elección presidencial de junio de 2009. Human Rights Watch documentó la detención de miles de personas ordinarias y de alto perfil, proporcionando cuentas detalladas de la violencia estatal contra los manifestantes pacíficos, la detención arbitraria de defensores de derechos humanos, y el abuso y la tortura en centros de detención ilegales de Irán.

En China, además de su labor constante de documentar el acoso y encarcelamiento de defensores de derechos humanos, Human Rights Watch publicó un informe en el que se describe la operación secreta de "cárceles negras", donde las autoridades detienen a personas que secuestran de las calles de Beijing y otras grandes las ciudades. La mayoría de los detenidos son peticionarios que buscan reparación por abusos que van desde la corrupción del Gobierno hasta la tortura policial.

En Cuba, Human Rights Watch documentó cómo el gobierno de Raúl Castro, en vez de desmantelar el aparato represivo de los años de Fidel Castro, lo ha mantenido firmemente en su lugar, conservando a decenas de presos políticos detenidos y arrestando a docenas de disidentes.

En Zimbabue, los investigadores continuaron la supervisión y documentación de las violaciones de los derechos por el partido del ex presidente Robert Mugabe contra sus socios y partidarios en un Gobierno de coalición. Human Rights Watch también documentó tácticas brutales del Ejército y la Policía en los campos de diamantes de Marange para controlar el acceso a los campos y hacerse cargo de la extracción y el comercio de diamantes sin licencia.

Un informe sobre Birmania documenta los casos de docenas de activistas políticos prominentes, monjes budistas, activistas sindicales, periodistas y artistas detenidos desde las protestas políticas pacíficas de 2007 y condenados a penas draconianas después de juicios injustos.

En Gaza e Israel, Human Rights Watch documentó violaciones de las leyes de la guerra tanto por Israel como por Hamas. El asalto militar de Israel en Gaza hace un año incluyó el uso ilegal de municiones de fósforo blanco, el asesinato de civiles con misiles lanzados por aviones teledirigidos, y los disparos contra civiles que agitaban banderas blancas. Hamas y otros grupos armados palestinos lanzaron cohetes en centros de población israelí, y Hamas mató a presuntos colaboradores y maltrató a opositores políticos durante la guerra.

En Libia, Human Rights Watch publicó un informe crítico del Gobierno en una conferencia de prensa en Trípoli. El evento fue la primera conferencia de prensa abierta en Libia. El informe señala que aunque algunas mejoras limitadas se encuentran en curso, las cuales incluyen un espacio más amplio para la libertad de expresión, las leyes represivas continúan sofocando a la libertad de expresión y de asociación, y los abusos de la agencia de Seguridad Interna siguen siendo la norma.

En la República Democrática del Congo, Human Rights Watch documentó el asesinato deliberado de más de 1.400 civiles, un patrón de violaciones atroces, y otros abusos cometidos por fuerzas gubernamentales y rebeldes durante las dos sucesivas operaciones del Ejército congoleño contra una milicia hutu de Ruanda, en el este del país. Human Rights Watch también informó de graves deficiencias en la operación de mantenimiento de la paz de la ONU en el Congo que limitan su capacidad para proteger eficazmente a los civiles.

En Guinea, Human Rights Watch elaboró un informe detallado sobre los asesinatos, agresiones sexuales y otros abusos en un mitin de la oposición en la capital, cometidos principalmente por miembros del cuerpo élite de la Guardia Presidencial. La evidencia sugiere que los ataques fueron planeados de antemano y alcanzaron la categoría de crímenes contra la humanidad.

Human Rights Watch dijo que a pesar del crecimiento del movimiento de derechos humanos, los defensores de derechos humanos siguen siendo vulnerables y necesitan grandemente el apoyo de los gobiernos que respetan los derechos.

"Los gobiernos que se consideran defensores de los derechos humanos suelen guardar silencio frente a estos abusos por parte de aliados, argumentando prioridades diplomáticas o económicas", señaló Roth. "Pero ese silencio los hace cómplices en los abusos. La única respuesta adecuada a las violaciones graves de los derechos humanos es ejercer presión sobre los autores".

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